Es muy poca la información que tenemos sobre el culto al Dios Ahogado, que aparece únicamente en las islas del Hierro. Su origen histórico es desconocido, aunque parece remontarse miles de años. Puesto que las islas del Hierro fueron pobladas por los primeros hombres, es posible que sea un antiguo culto de ese pueblo, o que se desarrollase de forma independiente. En todo caso, la invasión de las islas por parte de los ándalos no supuso el abandono de la antigua religión, y en tiempos de Canción, la Fe ha sido abandonada, de forma que por ejemplo en Puerto Noble sólo quedan las ruinas de un antiguo sept, anterior al levantamiento de los Greyjoy frente a Robert Baratheon.
En cualquier caso, el culto al Dios Ahogado está indisolublemente unido al mar, que marca la vida del archipiélago y de sus habitantes. El dios nació del mar y creó las islas y al pueblo del hierro, y sus fieles lo honran mediante el agua salada. En Choque de reyes vemos como Aeron Greyjoy vierte agua de mar sobre Theon Greyjoy, arrodillado ante él, entonando la siguiente plegaria: “Haz que tu siervo Theon vuelva a nacer del mar, como tú naciste. Bendícelo con la sal, bendícelo con la piedra, bendícelo con el acero. Lo que está muerto nunca puede morir, sino que se alza de nuevo, más duro y más fuerte.”
Sabemos también que es costumbre matar a los enemigos ahogándoles en agua de mar, como ofrenda al dios.
Desconocemos si existen lugares de culto o una iglesia jerarquizada. El único sacerdote descrito en el libro, Aeron Greyjoy, más bien parece un iluminado que se hizo sacerdote tras sobrevivir a un naufragio.